ELENA ODRIOZOLA
SENTIMIENTOS ENCONTRADOS
de Gustavo Puerta Leisse y Elena Odriozola
MENCIÓN CONCEPTO INNOVADOR
en LOS MEJORES LIBROS 2020 del
BANCO DEL LIBRO
|
Y sí, hemos querido hacer un libro innovador
I. Por su contenido:
Hemos hecho un libro de filosofía ilustrada para niños sobre sentimientos.
Nuestra propuesta es que el lector reflexione sobre lo que siente:
identifique aquello que le pasa y piense sobre ello. Apostamos por el
matiz: por descubrir, por ejemplo, qué diferencia los celos de la
envidia, la vergüenza de la culpa, el temor del miedo. Las ilustraciones
propician la proyección y detrás de cada texto está el diálogo con filósofos clásicos como Aristóteles, Séneca, Spinoza o Benjamin. Y, claro, siempre buscando ser lo más claros, accesibles y atractivos al lector.
II. Por su planteamiento:
No se trata exactamente de un libro divulgativo:
nuestra idea no es poner al alcance de los niños el pensamiento de tal o
cual filósofo ni explicar determinados conceptos. Tampoco es una obra ficcional, aunque en Sentimientos encontrados hay
narración, personajes sólidamente construidos y acontecen muchas
historias. Y si bien es cierto que busca propiciar la reflexión, la
discusión y que los lectores se apropien de problemas filosóficos, no
quiere ser un material didáctico. Entonces, ¿qué es? Hemos querido recuperar el género de los “ejercicios espirituales”; eso sí, desprovistos de cualquier carga confesional o dogmática.
III. Por su formato:
¿Cómo darle un papel activo
al lector?, ¿cómo brindarle un espacio a lo que piensa y siente y no
llevarle de la mano?, ¿cómo reflejar en la ilustración que aquello que
tú ves no necesariamente es lo mismo que yo veo y aún así es una
perspectiva válida, e incluso es bueno el desacuerdo?, ¿cómo posibilitar
distintos niveles de lectura en los que lectores de distintas edades y experiencias a cuestas pueden tener cabida?, ¿cómo hacer un libro que fomente la conversación? Le dimos muchas vueltas hasta que por fin conseguimos el formato. Aquí puedes ver cómo es Sentimientos encontrados por dentro.
IV. Por el tipo de lectura
A
la hora de hablar de sentimientos con niños, no tiene ningún sentido
limitarnos a definir o acotar aquello que ha dicho tal autor o escuela.
La materia prima de nuestra reflexión es la experiencia personal
y buscamos el modo en que cada lector pudiese volcar sus vivencias en
el libro. Para eso apostamos por un formato que, por un lado, requiere
la lectura proyectiva y, por otro, demanda del lector un rol activo a la hora de establecer relaciones, identificar situaciones y darle palabra a aquello que siente y experimenta.
V. Es PARA niños
Sentimientos encontrados es un libro pensado y concebido para niños.
Aunque los adultos también pueden leerlo y difrutarlo, el lenguaje, el
tono, las referencias utilizadas y las experiencias que presuponemos
son infantiles. Apostamos conscientemente por este público, intentando
por todo los medios en no caer en actitudes condescendientes ni
adultocentristas.
Para celebrar esta mención hemos hecho un pliego de cordel (un cuadernillo para plegar e imprimir), inspirado en el libro para que lo leas y lo compartas.
Descárgalo aquí.
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DISPONIBLE EN CATALÁN
Traducción de
MIQUEL DESCLOT
"Allí donde están las fronteras de mi lengua, están los límites de mi mundo".
Ludwig Wittgenstein
En
contra de lo que puede parecer, hacer un libro para quienes aún no
saben leer es francamente difícil. Es necesario apostar por la
simplicidad y eliminar lo superfluo; buscar la máxima claridad y
perseguir, ante todo, la empatía.
Hace unos días salió nuestro segundo título: Ya sé vestirme sola. Ilustrado por Elena Odriozola, es producto de un arduo trabajo de investigación y experimentación sobre los libros para pre-lectores. Este título inaugura la colección Que ya sé, la colección en la que abordamos
los procesos cotidianos básicos desde una perspectiva lúdica y
busca llenar un vacío en la oferta editorial, ya que prácticamente no
hay libros de autores españoles para quienes manipulan por primera vez
los libros.
A partir de páginas desplegables queremos crear un espacio de interacción
entre el libro, el niño y esos pequeños y grandes logros que ellos van
conquistando durante sus primeros cinco años de vida (como aprender a
vestirse, atarse los cordones, usar los cubiertos, leer la hora,
preparar el desayuno...). A
tal fin, creamos situaciones, empleamos frases y apelamos a
experiencias que buscan trascender las páginas del álbum para formar
parte del imaginario de nuestros lectores, estimular el juego y la
comunicación afectiva entre niños y adultos.
Como en otros proyectos de Ediciones Modernas el Embudo, nos interesamos por realidades complejas como es el aprendizaje temprano, apostando
por el empleo de un lenguaje sencillo y próximo, valiéndonos del humor y
jugando con las posibilidades narrativas que, en este caso, brindan las páginas desplegables.
Sinopsis
Una
niña se viste. Primero, se pone las braguitas. Después, la camiseta. A
continuación, el vestido y, por último, las zapatillas. Pero, ¿cómo se
pone cada cosa? La pícara protagonista juega con el lector y busca su
complicidad y risa. Las páginas desplegables muestran cómo primero se
'equivoca' y, a continuación, se pone la prenda en el lugar correcto.
Página a página, las perchas del armario van quedando vacías y así se
introduce una primera noción de aritmética. Un libro que será leído una y
otra vez por quien aún no sabe leer y así incorporará sus expresiones y
acciones en su día a día.
Autores: Elena Odriozola
Colección: Que ya sé
Fecha de publicación: 08/11/2019
Formato: 180 x 160 mm.
Encuadernación: Cartoné
Páginas: 22
PVP: 12,65 €
ISBN: 978-84-120418-1-1
Disponible edición en catalán traducida por
Oblit Baseiria
Elena Odriozola (San Sebastián, 1967). Reconocida ilustradora y, ahora, auto-editora. Emprende Ediciones modernas el embudo para sacar adelante sus proyectos más personales y lúdicos.
Ha
recibido el Premio Euskadi de ilustración, Premio Nacional de
Ilustración, Premio Junceda Internacional y Manzana de Oro Bratislava.
Es candidata por España al Premio Astrid Lindgren 2020.
El Oso Ondo.
"Pedro Egaña consigue su primer trabajo como creativo publicitario y, al mismo tiempo, descubre el enloquecido medio en el que tendrá que sumergirse, repleto de colegas aturdidos, cínicos y psicópatas, y a la única persona que podrá salvarlo de convertirse en uno de ellos, Juliana Ziga. Ella lo protegerá durante un tiempo del caos de la profesión, pero no podrá evitar que caiga indefinidamente en el sueño común y corriente de seguir estando vivo. Veinte años de hibernación después, veinte años de ruidos, esponsabilidades y otros entretenimientos después, ese amor dormido tal vez pueda por fin hacerle despertar."
El oso Ondo una mirada descreída, a fuer de lúcida, y, sin embargo, esperanzada sobre una realidad actual supone el regreso a la novela de Alejandro Fernández Aldasoro, quien con sus títulos anteriores resultó por dos veces finalista del Premio Euskadi.
📻 Entrevista en Radio Euskadi:
SENTIMIENTOS
ENCONTRADOS
Gustavo Puerta Leisse y Elena Odriozola
Una invitación para niños y adultos a reflexionar sobre nuestros sentimientos a partir de un enfoque filosófico eilustraciones en las que podemos vernos reflejados.
¿En qué se diferencian los celos de la envidia? ~ ¿Por qué en la nostalgia sentimos dolor junto a una ligera sensación de placer? ~ ¿Cuál es más dolorosa: la culpa o la vergüenza? A partir de situaciones que viven los siete personajes que habitan esta casa podemos identificar tanto lo que ellos sienten como lo que sentimos nosotros, reflexionar sobre los matices que distinguen un sentimiento de otro o comprender por qué muchas veces interpretamos aquello que nos está sucediendo de un modo erróneo.
Este libro posibilita muchas lecturas.Hay quien preferirá detenerse a contemplar todo lo que ocurre en una sola ilustración o, por el contrario, seguir el recorrido de un personaje a lo largo del libro. También puede leerse únicamente el texto: de corrido o buscando el que más interesa de entre las dieciséis reflexio-nes sobre las peculiaridades de cada grupo de sentimientos afines.
Sin embargo, el modo de sacarle mayor provecho es rela-cionando texto e ilustración. Podemos identificar lo que le sucede a un personaje en una viñeta concreta como ejemplo de un sentimiento específico. O, podemos hacerlo al revés y una vez leído un texto, encontrar la imagen que mejor ilustre el sentimiento escogido.
Libro para leer y mirar con calma, para compartir su lectura y plantearse preguntas, para conversar... En definitiva, para hacer de la filosofía una experiencia cotidiana.
Curiosidad
Sorpresa
Asombro
Admiración
No podemos hacernos preguntas sobre aquello que no co-nocemos. Tampoco tiene sentido formularlas cuando sabemos de antemano las respuestas. Para poder plantear una pregunta sincera tenemos que saber y no saber. Entre esa seguridad (e indiferencia) que nos brinda lo conocido y esa incertidumbre (e indiferencia) que produce lo desconocido se mueve y nos mueve la curiosidad.
Siempre son más las cosas que no conocemos que las que co-nocemos. Por lo tanto, siempre son más las cosas que no nos interesan que las que nos interesan. ¿Por qué nos interesa lo que nos interesa? Buena pregunta. En todo caso, para que algo llame nuestra atención son necesarios cierta disposición, cierto estí-mulo y, además, confiar en que somos capaces de conocer y en-tender aquello que no conocemos ni comprendemos del todo.
La curiosidad no es muy distinta a la libertad. Ambas conllevan cierta intranquilidad. Exigen el cuestionamiento de algo que se da por supuesto. Tienden a alimentar el deseo, la imaginación, la desobediencia y la necesidad de compartir nuestras conquistas. Y, así como siempre se puede ser un poco más libre, siempre se puede saber un poco más.
Los temerosos de la libertad oprimen la curiosidad. Una de sus tácticas más habituales es difamarla. Lo hacen, por ejemplo, cuan-do identifican al curioso con el chismoso. Nada tienen en común: el conocimiento al que aspira el cotilla no busca entender sino dominar; le mueve la envidia, no la afinidad con lo desconocido; se vale del cuchicheo y del secreto, no del entusiasmo desintere-sado; su objetivo es producir malestar, no un saber compartido.
Sentimos curiosidad porque somos imperfectos (y lo sabemos). También porque disfrutamos haciéndonos preguntas. Cuan-do encontramos sentido a las cosas, compensamos brevemente nuestro omniabarcante desconocimiento y es muy agradable. Algo similar, pero con mayor intensidad, ocurre con la sorpresa, el asombro o la admiración. A diferencia de la curiosidad, es-tos sentimientos siempre vienen de improviso. Responden más a la fuerza de ese estímulo que viene de fuera que a nuestra disposición interna. Lo inesperado produce sorpresa; el esca-lofrío de la novedad, asombro; las cualidades extraordinarias, admiración. Deslumbrados, tenemos la fortuna de ser partíci-pes de lo bello, lo verdadero, lo bueno o lo justo. Sin lugar a dudas, esta experiencia deja su huella en nosotros y, como era de esperar, también suscita nuestra curiosidad.udade, simpatía, sorpresa, sufrimiento, tedio, temor, vergüenza.
aburrimiento, admiración, alegría, alivio, amor, angustia, anhelo, ansiedad, asombro, celos, compasión, culpa, curiosidad, decepción, desdicha, desengaño, deseo, dolor, empatía, enfado, envidia, esperanza, fracaso, frustración, hastío, indignación, ira, irritación, melancolía, miedo, nostalgia, pánico, pena, pesar, placer, plenitud, preocupación, saudade, simpatía, sorpresa, sufrimiento, tedio, temor, vergüenza.
ENCONTRADOS
Gustavo Puerta Leisse y Elena Odriozola
Una invitación para niños y adultos a reflexionar sobre nuestros sentimientos a partir de un enfoque filosófico eilustraciones en las que podemos vernos reflejados.
¿En qué se diferencian los celos de la envidia? ~ ¿Por qué en la nostalgia sentimos dolor junto a una ligera sensación de placer? ~ ¿Cuál es más dolorosa: la culpa o la vergüenza? A partir de situaciones que viven los siete personajes que habitan esta casa podemos identificar tanto lo que ellos sienten como lo que sentimos nosotros, reflexionar sobre los matices que distinguen un sentimiento de otro o comprender por qué muchas veces interpretamos aquello que nos está sucediendo de un modo erróneo.
Este libro posibilita muchas lecturas.Hay quien preferirá detenerse a contemplar todo lo que ocurre en una sola ilustración o, por el contrario, seguir el recorrido de un personaje a lo largo del libro. También puede leerse únicamente el texto: de corrido o buscando el que más interesa de entre las dieciséis reflexio-nes sobre las peculiaridades de cada grupo de sentimientos afines.
Sin embargo, el modo de sacarle mayor provecho es rela-cionando texto e ilustración. Podemos identificar lo que le sucede a un personaje en una viñeta concreta como ejemplo de un sentimiento específico. O, podemos hacerlo al revés y una vez leído un texto, encontrar la imagen que mejor ilustre el sentimiento escogido.
Libro para leer y mirar con calma, para compartir su lectura y plantearse preguntas, para conversar... En definitiva, para hacer de la filosofía una experiencia cotidiana.
Curiosidad
Sorpresa
Asombro
Admiración
No podemos hacernos preguntas sobre aquello que no co-nocemos. Tampoco tiene sentido formularlas cuando sabemos de antemano las respuestas. Para poder plantear una pregunta sincera tenemos que saber y no saber. Entre esa seguridad (e indiferencia) que nos brinda lo conocido y esa incertidumbre (e indiferencia) que produce lo desconocido se mueve y nos mueve la curiosidad.
Siempre son más las cosas que no conocemos que las que co-nocemos. Por lo tanto, siempre son más las cosas que no nos interesan que las que nos interesan. ¿Por qué nos interesa lo que nos interesa? Buena pregunta. En todo caso, para que algo llame nuestra atención son necesarios cierta disposición, cierto estí-mulo y, además, confiar en que somos capaces de conocer y en-tender aquello que no conocemos ni comprendemos del todo.
La curiosidad no es muy distinta a la libertad. Ambas conllevan cierta intranquilidad. Exigen el cuestionamiento de algo que se da por supuesto. Tienden a alimentar el deseo, la imaginación, la desobediencia y la necesidad de compartir nuestras conquistas. Y, así como siempre se puede ser un poco más libre, siempre se puede saber un poco más.
Los temerosos de la libertad oprimen la curiosidad. Una de sus tácticas más habituales es difamarla. Lo hacen, por ejemplo, cuan-do identifican al curioso con el chismoso. Nada tienen en común: el conocimiento al que aspira el cotilla no busca entender sino dominar; le mueve la envidia, no la afinidad con lo desconocido; se vale del cuchicheo y del secreto, no del entusiasmo desintere-sado; su objetivo es producir malestar, no un saber compartido.
Sentimos curiosidad porque somos imperfectos (y lo sabemos). También porque disfrutamos haciéndonos preguntas. Cuan-do encontramos sentido a las cosas, compensamos brevemente nuestro omniabarcante desconocimiento y es muy agradable. Algo similar, pero con mayor intensidad, ocurre con la sorpresa, el asombro o la admiración. A diferencia de la curiosidad, es-tos sentimientos siempre vienen de improviso. Responden más a la fuerza de ese estímulo que viene de fuera que a nuestra disposición interna. Lo inesperado produce sorpresa; el esca-lofrío de la novedad, asombro; las cualidades extraordinarias, admiración. Deslumbrados, tenemos la fortuna de ser partíci-pes de lo bello, lo verdadero, lo bueno o lo justo. Sin lugar a dudas, esta experiencia deja su huella en nosotros y, como era de esperar, también suscita nuestra curiosidad.udade, simpatía, sorpresa, sufrimiento, tedio, temor, vergüenza.
aburrimiento, admiración, alegría, alivio, amor, angustia, anhelo, ansiedad, asombro, celos, compasión, culpa, curiosidad, decepción, desdicha, desengaño, deseo, dolor, empatía, enfado, envidia, esperanza, fracaso, frustración, hastío, indignación, ira, irritación, melancolía, miedo, nostalgia, pánico, pena, pesar, placer, plenitud, preocupación, saudade, simpatía, sorpresa, sufrimiento, tedio, temor, vergüenza.